
A contramano de toda lógica humana, el capitalismo, sigue arrasando a las comunidades originarias, mediante un Estado manejado poor gobiernos que responden incondicionalmente a sus intereses, que nunca son los intereses del pueblo. Y así, van pasando diversos funcionarios, uno tras otro, asumiendo el poder con retórica democrática, cuando en realidad sólo vienen a engordar el capital de los más ricos. Pues en este caso, la bolilla le cayó en todos los colores a Benetton, que llegó al país a desequilibrar todavía más la balanza de la igualdad, penetrando en la economía y la polìtica nacional, a tal punto que las Fuerzas reprimen al servicio de su vergonzosa empresa.
Nuestros hermanos mapuches han sufrido tres violentas represioes en menos de dos días y nosotros tenemos la obligación de gritar frente a estos atropellos inadmisibles e inexplicables. O más bien, muy facilmente explicable: lo que ocurrió en la Patagonia demuestra hasta dónde son capaces de llegar Mauricio Macri y compañía ¿Pero cómo contrarrestar esta ofensiva que parece no mermar?
No hay otra opción más que salir a la calle a luchar por los derechos de nuestros pueblos que, sin duda, son el paradigma de la resistencia histórica argentina.
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