miércoles, 5 de septiembre de 2012

Causa Mariano Ferreyra: Los prontuarios de los abogados de los asesinos

Por: Rosa D’Alesio
"Currículum vitae" de Valeria Corbacho

Uno de los policías juzgados, David Villalba, acusado de liberar la zona, es patrocinado durante el juicio por la abogada Valeria Corbacho, experimentada defensora de uniformados. Corbacho defiende a uno de los policías más comprometidos en cuanto a la ‘participación necesaria’ de la Federal en el crimen.

Podría parecer irónico que Corbacho haya defendido a uno de sus clientes, Ciro James (el espía contratado por el macrismo) alegando: “¿Quién no ‘infló’ su CV alguna vez para conseguir un mejor trabajo?”. Irónico, porque ella no necesita inflar su CV que es de lo más extenso y ‘meritorio’. Al menos así lo juzgan sus clientes, quienes cargan, ellos también, con un frondoso ‘CV’. Veamos

Además de James, Corbacho defendió al ex subcomisario Luis Patti en la causa por el asesinato de los militantes Cambiasso y Pereyra Rossi. También a tres de los represores en la causa “Primer Cuerpo de Ejército”, acusados por la represión en el circuito, El Banco, El Olimpo y Club Atlético: El subcomisario Miara; el comisario Roberto Rosa, alias “Clavel” y el subcomisario Eufemio Uballes, alias ““El Führer”.

Corbacho no descansa. En estos días sumó un nuevo cliente: el ex presidente Fernando De la Rúa, quién ocupa el banquillo de los acusados por sobornos en el Senado.

Seguramente Ciro James sea uno de los más agradecidos con su abogada. No sólo quedo en libertad tras cumplir una mínima condena, sino que consiguió trabajo de abogado en el estudio de ella, esta vez… ¿habrá tenido que inflar su currículum vitae?

“Freeland y Asociados”: permiso para matar

El estudio jurídico elegido para defender a Juan Carlos ‘Gallego’ Fernández, el segundo de Pedraza, es “Freeland y Asociados”, a cargo del letrado Alejandro Freeland, abogado del ex presidente de Independiente, Julio Comparada.

Si alguien se detiene a leer el CV de este afamado penalista, bien podría opinar que uno de los principales acusados de asesinar a Mariano, el ‘Gallego’ Fernández, tiene el ‘privilegio’ de ser defendido por un abogado colmado de medallas, honores, premios e innumerables posgrados realizados en el país y en el exterior. Quien por supuesto se rodea con la crème de la crème. Socio del Jockey Club y del Rotary  Club de Buenos Aires, entre otras entidades sociales que reúne a lo más granado de la alta burguesía nacional. Pero, ¿por qué alguien con medalla de oro, que pertenece a instituciones sociales de la alta sociedad, querría defender a un burócrata segundón?

Pero hay más sobre este abogado que acumula posgrados y es su particular criterio de juzgar y opinar sobre crímenes y castigos. En Perfil (16 de marzo), bajo el título “Permisos para matar” se pregunta:”¿Tenemos permiso para  matar a otro? Y, en su caso, ¿en qué condiciones, bajo qué requisitos y con qué límites ese permiso resulta operativo? Uno, el asalto al periodista Etchecopar y a su familia en su casa. Otro, la sentencia de la Corte sobre el aborto”. Sobre el primero se responde que “aunque nunca resulta valioso matar a otro, en situaciones de legítima defensa el Derecho prefiere y permite la salvación de la persona amenazada por la agresión injusta”. Sobre el segundo afirma que no hay “buenas razones para considerar permitida  la muerte de otro merced al ejercicio de un derecho de estas características y derivado de una autorización legal (...), ampliación significativa de permisos para matar”.
Está claro por qué este abogado antiabortista defiende a un segundo como Fernández, porque ‘excusa y perdona’ a quién matare en legítima defensa de los intereses de la clase dominante contra las “horda de piqueteros que querían delinquir cortando las vías con palos y gomeras”, como se refirió durante el juicio a los militantes obreros y revolucionarios que, aquel día, se manifestaban contra el trabajo en negro y precarizado con el cual su clase, parasitaria y explotadora, se beneficia. Freeland cuestiona a Zafaroni por el apoyo de éste a las ‘salidas culturales’ del Vatayón Militante, pero omite mencionar que uno de los cómplices de su defendido en el crimen de Mariano, Cristian Favale, participó en esos actos ‘culturales’. Freeland no se opone a que asesinos a sueldo sean utilizados como fuerza de choque contra la única clase que pueda tocar sus intereses. Por esto Freeland defiende al segundo de Pedraza.

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